Luego de 12 años de transmisión, en el 2015 finalizó la serie Two and a Half Men. El show tuvo como protagonista en sus primeras ocho temporadas a Charlie Sheen (Charlie Harper) y a Jon Cryer (Alan Harper), padre de Jake Harper (Angus T Jones). La historia narraba la convivencia de un soltero, mujeriego y compositor de jingles de Malibú, con su hermano, en medio de una crisis matrimonial y su sobrino. Lo que nos damos cuenta con el paso de los episodios, es que una situación que aparentaba ser provisoria, se transforma algo permanente y Alan termina quedándose en la casa de su hermano a pesar de los esfuerzos que hace Charlie para lograr que se marche y poder retomar su vida de soltero mujeriego que vive de fiestas. A partir del año 2011, la serie tomó un giro abrupto, el creador Chuck Lorre, cansado de los excesos y el descontrol de Charlie Sheen decidió echarlo de la serie y asesinar a su personaje. A esta decisión se le agregó la contratación de Ashton Kutcher que encarnó a Walden Schmidt, un magnate informático que compra la antigua casa de Charlie, el personaje de Jake Harper fue reemplazado por la actriz Amber Tamblyn que encarnó a Jenny Harper, la hija desconocida del difunto. Aunque el humor, con el cambio de protagonista principal se vio afectado, el show mantuvo la frescura generando situaciones que a veces parecían ridículas pero resultaron efectivas y consiguieron sacarle al público más de una sonrisa.
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